martes, 24 de diciembre de 2013

ULTIMATE X-MEN: LA TEMPESTAD



Tras 45 entregas, la serie mutante del Universo Ultimate seguía siendo una de las principales de la Casa de las Ideas y había acogido en sus páginas a dos de los mejores guionistas del momento. En un primer lugar, Mark Millar se encargó de asentar las bases de los Ultimate X-Men guionizando la que es considerada la mejor etapa de la colección. Después de sus 33 números, llegaba Bendis, quien ya triunfaba en su colección de Ultimate Spider-Man, pero que había aceptado guionizar la cabecera mutante mientras Marvel encontraban un nuevo guionista que se pudiese dedicar completamente a esta colección.

Mientras Bendis seguía guionizando su breve y vulgar etapa con los mutantes definitivos, se hacía público que el próximo guionista de la colección sería ni más ni menos que Bryan Singer, el director de las dos primeras entregas de X-Men. Sin lugar a dudas, Singer ya había demostrado que sabía cómo tratar a los mutantes, y tras llevarlos a la gran pantalla de la mejor forma posible, ahora probaría con ellos sobre papel… Mientras este llegaba, Marvel debía darle un sustituto a Bendis, y es ahí donde entra en juego Brian K. Vaughan, quien debería seguir guionizando la serie a la espera de Singer. Pero este esperado guionista nunca llegaría, pues sus compromisos con Hollywood, más precisamente con el rodaje de El Juego de Ender (adaptación que no se llegaría a estrenar) y posteriormente con Superman Returns, hicieron que se acabase desligando del proyecto. Pero para aquel entonces, la colección ya estaba en las manos de Vaughan.
Este tomo, que recopila el comienzo de su etapa, arranca con la historia que da título al mismo, La Tempestad. Para este arco argumental, Vaughan decide rescatar a unos de los grandes villanos de los mutantes del Universo Marvel tradicional adaptándolo al Universo Ultimate. Dicho villano es Siniestro, de quien nos encontraremos una versión bastante discordante con la tradicional. Así, la Patrulla X de Xavier deberá detener los asesinatos mutantes que este está perpetrando y conocer sus motivos.


A pesar de encontrarnos con una historia lo suficientemente entretenida e interesante, no se puede decir que Vaughan comience de la mejor forma posible en la colección (algo que reconoce admitiendo que era un trabajo bastante difícil pues estaba acostumbrado a trabajar con creaciones propias) pues la historia no brilla por originalidad. De todos modos, Vaughan sabe compensarlo desarrollando correctamente la historia y profundizando un poco más en las personalidades de los personajes, como ocurre con Tormenta, quien sufrirá un gran cambio tras la muerte de Hank McCoy.

La segunda historia es Llora Lobo. En ella vemos cómo regresa un mutante que ya debutó en la serie Ultimate X-Men, Gambito, y que pretende secuestrar a uno de los estudiantes de Charles Xavier para que se una a las filas de Fenris, una corporación liderada por Andrea y Andreas von Strucker que pretende ganar la supremacía mutante mediante medios económicos.

En esta historia parece que Vaughan le va cogiendo el pulso a los personajes mutantes y a sus historias, pues además de mostrarnos un arco argumental muchísimo más interesante que la anterior, este sabe cómo encajar el desarrollo de la aventura y las escenas de acción con los momentos en que se profundizan en los personajes y sus relaciones. Sin lugar a dudas, tras lo ocurrido en esta historia, el lector querrá saber cómo continúan las aventuras de esta Patrulla X.

El apartado gráfico de la primera historia corre a cargo de Brandon Peterson. Este realiza unos dibujos detallistas con los que logra captar las perfectamente las expresiones de sus personajes. Los mismos adjetivos se le pueden atribuir al dibujo de Andy Kubert, quien se encarga del segundo arco argumental. A pesar de presentar los dos la misma calidad, el de Kubert parece acabar destacando sobre el de su compañero por su detallismo, dinamismo y por la narración de las escenas.

Estas historias se encuentran recogidas en la entrega número 37 del Coleccionable Ultimate, siendo el 8º volumen protagonizado por la Patrulla-X definitiva. En sus 200 páginas, el tomo recoge los dos arcos argumentales compuestos cada uno por 4 números, aglutinando un total de 8 números, los que corresponden en la versión americana con las entregas Ultimate X-Men 46-53#. El precio sigue invariable en sus más que justos 9.99 euros.

Conclusión: nos encontramos con un volumen más que aceptable en el que Brian K. Vaughan supera la etapa de Bendis dándole un nuevo aire a la colección. A pesar de no ser una genialidad del noveno arte, el volumen vence y convence, dando la sensación a los lectores de que la colección irá a más conforme Vaughan vaya asentándose en los guiones. Con este tomo comienza lo que parece una etapa más que recomendable para los seguidores de los X-Men.

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