lunes, 22 de septiembre de 2014

HULK DE JOHN BYRNE

Pocos artistas, por no decir casi ninguno, tienen un nombre tan distinguido como el de John Byrne. Con sus guiones y dibujos, el autor marcó de forma definitiva el género superheróico, pues las mejores editoriales pusieron a sus más importantes personajes bajo su responsabilidad, creando en cada una de las colecciones que tocaba etapas memorables. Así lo hizo con los X-Men, Superman, los Cuatro Fantásticos… Y uno de estos afortunados fue Hulk.

En 1985, Byrne era el autor completo de la serie protagonizada por Alpha Flight, el grupo que había creado junto a Claremont durante la gloriosa etapa mutante que ambos construyeron. Pero cuando apenas llevaba 30 números de andadura, a Byrne le llegó la posibilidad de cambiar serie con Bill Mantlo y Mike Mignola, quienes se ocupaban de la serie protagonizada por uno de los pocos personajes en los que aún no había trabajado Byrne: The Incredible Hulk. Sin pensárselo dos veces, Byrne aceptó el cambio dando comienzo así una breve estancia en dicha colección, pues tras 6 entregas y un anual que sería publicado tiempo más tarde, Byrne abandonaba la misma a causa de sus encontronazos con los mandamases de Marvel.

Su etapa comenzaba mostrándonos cómo el Goliat Esmeralda regresaba a la Tierra tras su exilio en el espacio. Pero su regreso no pasa desapercibido, pues la noticia llega a oídos del Doctor Leonard Samson, quien comienza a seguir la estela de caos y destrucción que va dejando Hulk para dar con él y ayudar a Banner a escapar de su verde prisión. Un objetivo que logra al separar física y mentalmente a Bruce Banner de Hulk, pero esto no carecerá de fatales consecuencias, pues ahora Hulk anda suelto, y, sin el mínimo atenuante que suponía Banner, está más salvaje que nunca…

A partir de este punto, John Byrne va trenzando por separado las historias de los dos protagonistas de la versión marveliana del Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Mientras Hulk continúa su caótico camino destruyendo ciudades y derrotando a cualquiera que intente detenerlo, Bruce Banner se enfrenta a una nueva etapa en su vida. Ya sin la constante amenaza de su terrible alter-ego, este deberá retomar una vida de la que él es único dueño pero que, en cierta medida, sigue ligada a Hulk, pues Banner intentará redimir su culpa por la creación del Goliat Esmeralda buscando una forma de neutralizar al cada vez más salvaje e irracional Hulk.


Esta es la premisa que sigue John Byrne para guionizar una aventura que bien podría demominarse como un blockbuster comiquero, pues su trama destaca principalmente por su espectacularidad. Byrne reposa gran parte del peso del cómic en las escenas de acción, destacando las dimensiones que estas toman durante las batallas protagonizadas por Hulk y todo aquel que se acerca demasiado a este. Por otro lado, el cómic no goza de una trama excesivamente inteligente, aspecto que compensa desarrollando tanto la historia como la acción de forma bastante ingeniosa, haciendo que estas se encuentren en constante evolución.

Aparte de encontrarnos con un cómic muy bien desarrollado, este marca la historia del personaje por la importancia que tiene en su vida los sucesos que ocurren, como es comenzar una vida aparte de Hulk u otros hechos no menos importantes. Además, la historia supone un desfile de grandes superhéroes y villanos de Marvel como Iron Man, Hércules, Namor, Juggernaut, Rhino o los chicos de S.H.I.E.L.D. Pero estos no son los únicos personajes que aparecen, pues para esta historia tan épica, Byrne recupera a los más clásicos de las historias de Banner y Hulk: Betty Ross, Hulka, Rick Jones, doc Samson, la Abominación, Modok

Conforme van transcurriendo los números, nos encontramos con una historia que va cogiendo fuerza, pero por desgracia, y tal como comentamos anteriormente, las desavenencias de Byrne con los jefes de la Casa de las Ideas hicieron que este abandonase la colección. Como resultado de esto nos encontramos con una historia que resuelve la mayoría de sus tramas pero que deja algunas a concluir.

En el apartado gráfico nos encontramos con un John Byrne que supera en calidad a su faceta de guionista. Este dibuja con su inconfundible trazo clásico recreando escenas cargadas de dinamismo, con atención a los detalles y recreando genialmente la fisonomía de los personajes y sus expresiones faciales. Los únicos peros que se encuentran en su brillante dibujo es que, en algunos números, Byrne se ahorra dibujar los fondos de las viñetas y que también se le podría pedir una mayor capacidad narrativa durante las batallas.

Actualmente, esta obra clásica se encuentra sin edición en España, algo que sorprende, pues el reducido número de entregas que forman esta etapa, siete números, se adapta perfectamente a las entregas iniciales de la colección Marvel Héroes.

Concluisón: Un John Byrne en uno de sus mejores momentos se encarga de guionizar y dibujar esta breve pero ya clásica etapa del Vengador más salvaje. Un cómic con un gran sentido de la espectacularidad y altamente entretenido en el que nos encontramos al Hulk más destructivo y por el que pasarán los personajes más clásicos de la colección. Una obra obligatoria para los seguidores de Byrne o Hulk y más que recomendable para cualquiera que se precie amantes del género superheróico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario